Wifi en Cuba: del acceso al desafío

wifi en el ambientePor: María del Carmen Ramón/ Cubahora

Desde inicios de este mes, la imagen de un grupo de personas en un parque localizando una red wifi ha comenzado a ser habitual en varios puntos de Cuba, pues la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) ha puesto en marcha 35 puntos de navegación vía wifi en espacios públicos, como parques, avenidas y bulevares de diversas ciudades del país.

La velocidad de conexión es de 1 Mbps por usuario y el precio, aunque todavía inaccesible para muchos (2 CUC), muestra una rebaja del 50 por ciento en relación con el costo de la hora de navegación por internet hace unos meses atrás, de 4.50 CUC. Entre los más jóvenes corre el embullo por abrirse cuentas en redes sociales como Facebook, otros aprovechan el espacio para comunicarse con familiares en el exterior; mientras que algunos utilizan el servicio nauta para recopilar información para algunas tareas de la escuela. Los usos y apropiaciones que están haciendo los cubanos de Internet son diversos y llevan implícitos parte de los desafíos que tiene por delante el proceso de informatización que tiene el país en marcha, en aras de que los ciudadanos tengan un mayor conocimiento de todas las potencialidades de la red de redes, así como los derechos y deberes que esta entraña.

¿Son suficientes estas zonas wifi? ¿Resolverán los problemas de conexión del país? No, pero se asegura que son apenas un eslabón de la enorme cadena de pasos que llevarán a un acceso masivo y seguro a Internet en Cuba, tal y como anunció el Primer Vicepresente Miguel Díaz Canel, en marzo pasado.

Mientras en sitios como La Rampa, desde el Malecón hasta el cine Yara; el parque de Güines y bulevar de San José en Mayabeque; parques como el Leoncio Vidal y Remedios en Villa Clara, parques Céspedes, Ferreiro y Plaza de Marte en Santiago de Cuba y otros, los cubanos comienzan a vivir las primeras emociones de conectarse desde sus tabletas, teléfonos móviles y laptops, ya están sobre la mesa algunos de los múltiples desafíos en todas las materias que tiene el país para garantizar un acceso a Internet cada vez mas inclusivo y proyectado sobre bases sociales.

El mayor reto, lo reconoció el propio vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros Díaz Canel, no será únicamente proveer a los cubanos de la tecnología, sino empoderarlos para lograr un uso inteligente de las mismas, y con ello hace referencia a la sociedad toda, como usuarios finales que somos de los usos que podemos dar a Internet y las nuevas tecnologías.

Hay millones de caminos por recorrer en términos de comunicación política y de dotar a nuestro socialismo de más espacios para la participación social, así como para la toma de decisiones, de facilidades para las compras, para la realización de trámites, para pensar un periodismo que cada vez cuente más con el usuario. Desde y con Internet, Cuba tiene por delante posibilidades ilimitadas de convertir la presencia del país en el ciberespacio en una inclusión pensada para resolver los problemas de la sociedad.

Entre los retos esbozados en el Primer Taller de Informatización y Ciberseguridad que sesionó en La Habana recientemente, algunos tenían una línea común: el acceso a Internet en Cuba no puede desvincularse de los grandes temas a los que se enfrenta el país, y es por ello que se construye una estrategia nacional, que deberá poner a esta tecnología y a la infraestructura que debe acompañarle, al servicio de la construcción del socialismo próspero y sostenible.

Díaz Canel mencionaba en ese sentido no pocos de los pasos que están por darse: el aumento de la capacidad de los Centro de Datos Nacionales y los dispositivos de acceso, lograr una legislación nacional coherente con los principios ordenadores, lograr una educación en Internet y sobre Internet, así como facilitar el Acceso al Conocimiento de la Cultura General Integral en Internet, lograr una participación online en términos de comunicación política, avanzar en estrategias para a la protección de los consumidores en Internet, para la salud y los Servicios sociales estratégicos, para soluciones jurídicas y judiciales de las actuaciones relacionadas con Internet

Cuando uno lee la seriedad y miradas globales con que se esta atendiendo este asunto a nivel nacional, no es difícil pensar que están avanzando en la dirección correcta. Han estado presentes en los debates muchos de los retos que en materia de accesos a la información y participación social propone internet, así como el papel preferencial que este debe tener en Cuba como país socialista, para garantizar el ejercicio de la crítica y la participación del pueblo. El problema, por supuesto, es que esta preocupación se materialice de la mejor forma posible en la práctica.

Internet plantea no pocos cambios a las formas tradicionales de Comunicación Social, al uso de los medios de comunicación, al papel de los individuos en el espacio público y exige la existencia de políticas, normas y formas de funcionar propias del ciberespacio.

Por eso quizás una de las mejores noticias es el anuncio de que el gobierno cubano conectará a Internet a las 295 escuelas de preuniversitario y 329 politécnicos del país para el próximo curso escolar. Asimismo, para 2017 se planea cubrir a todas las secundarias básicas, círculos infantiles y escuelas especiales, mientas que hacia 2018 se aspira culminar este proceso con la enseñanza primaria.

Es esta decisión la que garantizara un acceso más masivo a Internet, en un país con acceso gratuito a la educación, pero también demuestra que el  desarrollo de infraestructuras tendrá como eje central el fomento de la producción cultural nacional y la promoción de sus valores.

Cuba se propone, igualmente, introducir en un futuro el uso de tabletas en el sistema nacional de educación, en aras de sustituir las computadoras como medios utilizados en la enseñanza en los laboratorios de computación.

Nauta tiene unos 800.000 clientes actualmente, cifra que debe aumentar con el nuevo servicio. Lograr que esta cantidad vaya encaminada a un uso más inteligente de las redes es parte de cada uno de nosotros. Desde ya los invitamos a comentar: ¿qué opinión le merece los usos que hacen los cubanos de estas nuevas posibilidades? ¿qué tenemos por delante?

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